¿Cómo puede ayudar la inteligencia artificial a mejorar la adherencia al tratamiento en pacientes crónicos

La adherencia al tratamiento sigue siendo uno de los grandes retos en la atención farmacéutica, especialmente en pacientes con enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes o el asma. Según datos de la OMS, se estima que cerca del 50% de los pacientes crónicos no siguen correctamente su tratamiento. Esta falta de cumplimiento terapéutico no solo impacta negativamente en la salud de los pacientes, sino que supone un importante coste sanitario para el sistema.

En este contexto, la inteligencia artificial (IA) se presenta como una herramienta poderosa para mejorar la adherencia, facilitando un acompañamiento más personalizado, eficiente y continuo. ¿Qué soluciones ofrece ya la tecnología? ¿Cómo puede aplicarse desde la farmacia comunitaria? Te lo contamos en este artículo.

Recordatorios inteligentes y seguimiento personalizado

Una de las aplicaciones más directas de la IA en el ámbito de la adherencia es el desarrollo de apps móviles que integran recordatorios inteligentes. Estas aplicaciones no solo notifican al paciente cuándo debe tomar su medicación, sino que pueden adaptarse a sus hábitos y patrones de comportamiento gracias al aprendizaje automático (machine learning).

Por ejemplo, si una app detecta que un paciente suele olvidarse la dosis de la noche, puede modificar el horario de los recordatorios, enviar notificaciones más insistentes o incluso proponer estrategias de refuerzo (como asociar la toma a una rutina diaria).

Además, algunas de estas herramientas permiten que el farmacéutico reciba alertas si el paciente no ha confirmado la toma del medicamento durante varios días, facilitando una intervención temprana.

Chatbots y asistentes virtuales: el consejo farmacéutico 24/7

Los asistentes virtuales basados en IA, también conocidos como chatbots, están comenzando a integrarse en el entorno sanitario. En el caso de la farmacia comunitaria, permiten ofrecer soporte continuo fuera del horario de apertura, resolviendo dudas frecuentes sobre la pauta de medicación, efectos adversos leves o interacciones comunes.

Además, estos asistentes pueden motivar al paciente con mensajes de refuerzo positivo (“¡Llevas una semana tomando tu medicación correctamente!”) o enviar contenidos educativos personalizados según la patología del usuario.

El farmacéutico sigue siendo la figura central en la atención, pero la IA permite ampliar el alcance y la continuidad del acompañamiento terapéutico.

Pastilleros digitales y dispositivos conectados

Otro campo con gran potencial son los dispositivos conectados, como los pastilleros digitales. Estos dispositivos, dotados de sensores y conectividad, pueden:

• Detectar si el paciente ha abierto el compartimento correspondiente.
• Enviar alertas si la dosis no se ha tomado a tiempo.
• Registrar datos sobre la pauta real de toma de medicamentos.
• Compartir esta información con el profesional sanitario o farmacéutico.

Combinados con algoritmos de IA, estos datos pueden predecir riesgos de abandono del tratamiento y proponer medidas antes de que el problema se agrave.

Datos, predicción y personalización desde la farmacia

Los sistemas de IA también permiten analizar grandes volúmenes de datos (como historiales de dispensación o patrones de compra) para identificar pacientes en riesgo de baja adherencia. Desde la farmacia, se puede:

• Detectar patrones de retraso en la recogida de medicación.
• Identificar pacientes que no renuevan su tratamiento en los tiempos previstos.
• Realizar segmentaciones por tipología de paciente o patología.

Esta información permite al farmacéutico anticiparse, ofrecer un consejo más personalizado y diseñar campañas específicas de seguimiento o educación sanitaria.

Ética y privacidad: claves en el uso de IA en salud

El uso de inteligencia artificial en farmacia debe garantizar siempre la confidencialidad de los datos y el respeto a la privacidad del paciente. La legislación europea (como el RGPD) establece un marco claro para el tratamiento de datos de salud, y cualquier solución tecnológica debe cumplir con estos requisitos.

El farmacéutico, como profesional sanitario de proximidad, tiene un papel fundamental en la transparencia del uso de estas tecnologías, explicando su utilidad, sus límites y garantizando la confianza del paciente.

¿Qué puede hacer la farmacia hoy?

Aunque algunas de estas tecnologías aún están en fase de desarrollo o implantación parcial, ya existen soluciones accesibles que pueden integrarse en el día a día de la oficina de farmacia:

• Recomendar apps de seguimiento validadas a pacientes crónicos.
• Colaborar con plataformas de adherencia digital que ofrecen herramientas para pacientes y farmacéuticos.
• Formarse en competencias digitales e inteligencia artificial, anticipando los cambios que vienen.

La inteligencia artificial no sustituye el consejo del profesional, pero sí puede potenciar su eficacia, alcance y personalización. En definitiva, se trata de sumar tecnología al trato humano que caracteriza a la farmacia comunitaria.

Conclusión

La inteligencia artificial ya no es cosa del futuro: está transformando la forma en que los profesionales sanitarios acompañan a los pacientes. En el caso de los pacientes crónicos, donde la adherencia es clave, estas herramientas abren una puerta a una atención más cercana, inteligente y efectiva.

Desde la farmacia, es momento de explorar, adaptarse y liderar este cambio tecnológico con una mirada ética y profesional.

¿Te interesa la tecnología en farmacia? Suscríbete al blog de El Club de la Farmacia para estar al día de las últimas tendencias en salud, digitalización y gestión farmacéutica.

Fecha de elaboración del material: Septiembre 2025