¿Sabes cuáles son las rutinas que debes recomendar según el tipo de piel de tus usuarios?

Escrito por: Nuria Fervienza
16/05/2019

Una rutina de cuidado facial se compone de una serie de cuidados básicos y otros complementarios que serán diferentes en función del tipo de piel, la presencia o no de patologías y las necesidades concretas de cada usuario. En este artículo dejaremos a un lado las diferentes patologías, ya que cada una precisaría, además de un diagnóstico concreto y personalizado, un artículo completo para explicarla en detalle.

 

Clasificación de los diferentes tipos de piel

Podemos dividir los diferentes tipos de piel en tres grandes grupos:

  • Pieles secas
  • Pieles normales / mixtas
  • Pieles grasas / acneicas

Además, la piel puede presentar estados concretos independientemente del tipo de piel como es la deshidratación, la sensibilidad, etc. Una vez que hayamos determinado el tipo de piel de nuestro paciente, bien con un dermoanalizador o bien mediante la observación y la repuesta a determinadas preguntas, pasaremos a recomendar una rutina adecuada.

 

Cuidados básicos para todo tipo de piel

Sea cual sea el tipo de piel, los cuidados básicos siempre constaran de limpieza, hidratación y protección solar. Los diferentes productos aconsejados para cada uno de estos cuidados sí que dependerán del tipo de piel, además de las preocupaciones, necesidades y preferencias del usuario.

 

Cuidados para pieles secas

En el caso de las pieles secas, las texturas serán más enriquecidas. Recomendaremos una limpieza con bálsamos, leches limpiadoras o aceites, que proporcionan mayor confort a este tipo de pieles. Los productos de hidratación los elegiremos de texturas con mayor aporte de lípidos, preferiblemente similares a los que de forma natural están presentes en la piel. La protección solar también se basará en texturas ricas.

Aunque en muchas ocasiones pensemos que los aceites limpiadores son solo adecuados para las pieles secas, la realidad es que son útiles en todos los tipos de piel, teniendo cuidado en las acneicas de que se trate de aceites no comedogénicos.

 

Cuidados para pieles normales / mixtas

Para las pieles normales y mixtas pensaremos siempre más en una limpieza a base de geles, aguas micelares o espumas. En cuanto a la hidratación, en general elegiremos texturas ligeras como geles, cremi-geles, fluidos, etc. Para la protección solar, también suelen ser más adecuadas las texturas fluidas, aunque siempre tendremos en cuenta las preferencias que nos indique el paciente.

 

Cuidados para pieles grasas / acneicas

Para las pieles grasas y/o acneicas elegiremos las texturas más ligeras, que aporten menor cantidad de peso a la piel y que sean no comedogénicas. La limpieza estará basada en productos al agua: geles astringentes, seborreguladores, etc. A la hora de hidratar, recomendaremos productos que aporten y retengan agua en la piel, pues una piel grasa también necesita hidratación, a veces incluso más que una seca debido al uso y abuso de productos para eliminar el exceso de grasa. La fotoprotección es aún más necesaria en estas pieles, pues las lesiones acneicas si no se protegen adecuadamente del sol dejarán marcas permanentes en la piel. Nos decantaremos por texturas en gel, muy acuosas y ligeras como las fusión water, watergel, etc.

 

Tratamientos complementarios

Los tratamientos complementarios básicos serán mascarillas y exfoliantes, que personalizaremos también según el tipo de piel.

En el caso de pieles secas recomendaremos la exfoliación cada 10 o 15 días. Las mascarillas para aplicar a continuación deben ser muy hidratantes y nutritivas, para aportar agua y lípidos que mantengan el equilibrio de la piel.

Las pieles normales y mixtas usarán exfoliante una vez por semana con mascarillas no tan untuosas como las de piel seca, pero que también aporten una adecuada hidratación. En algunos casos pueden necesitar también, al menos en una zona del rostro, una mascarilla astringente o seborreguladora. Incluso se pueden combinar en la misma aplicación los dos tipos de mascarilla en diferentes zonas, es el llamado multimasking.

Para las pieles grasas y/o acneicas la recomendación más habitual es utilizar exfoliantes dos veces a la semana, evitándolos en el caso de que existan lesiones inflamatorias (al menos en la zona de la lesión). Las mascarillas suelen ser seborreguladoras o queratolíticas, para suavizar la piel y evitar el exceso de sebo.

Además de estos cuidados que son los mínimos necesarios, cada piel puede necesitar otros específicos como es el caso de los tratamientos antiedad, antimanchas, para la flacidez, la sensibilidad o la luminosidad.

 

 

Y tú ¿cómo realizas la recomendación en base al tipo de piel en tu farmacia?

 

Nuria Fervienza,

Técnico en Farmacia especializada en Dermocosmética.

 

Fecha de la última modificación09/09/2021

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