Acné y rosácea: ¿dos extremos de un mismo hilo conductor?

07/11/2023

Muchos autores han considerado de forma convencional el acné y la rosácea como dos entidades totalmente independientes, pero cada día existe más evidencia sobre el origen común de estas dos patologías, ambas ocasionadas por una alteración de la glándula sebácea.

Acné y rosácea comparten algunos de sus signos y síntomas dentro de sus diferentes grados; tanto es así que el diagnóstico diferencial entre ambas entidades muchas veces no es «apto para principiantes». Podemos encontrar casos claros de acné o bien casos claros de rosácea, pero en un gran número de ocasiones la disfunción de la glándula sebácea hace que algunos casos debuten en forma de acné y puedan llegar a evolucionar a rosácea, o bien incluso pueden presentarse casos mixtos con características de ambos.

El origen de estas patologías está en una hiperfunción de la glándula sebácea debida a una alteración hormonal. Se produce un aumento del tamaño y de la actividad de la glándula, con el consiguiente incremento de la producción de grasa. Esta será más densa en los casos de acné, pudiendo dar lugar a la aparición de lesiones retencionales; si la grasa es más fluida, dará lugar a una irritación generalizada con edema e inflamación difusa, pérdida de la función barrera y deshidratación, lo cual derivará en una piel sensible con zonas más secas y deshidratadas y otras con mayor porcentaje de grasa, cuadro característico de pieles con rosácea.

Fuente: El Farmacéutico

Fecha de la última modificación16/11/2023