¿Cómo gestionar la seguridad en la farmacia?

Escrito por: Redacción Club de la Farmacia
01/01/2015
Club de la Farmacia - Blog - Casos

“La seguridad ocupa y preocupa a los profesionales de la farmacia”, pero el 88% trabaja sin miedo durante su jornada laboral. El farmacéutico español considera de una manera mayoritaria que trabaja en un entorno seguro y que su negocio está en un barrio y calle seguros. Estas son algunas de las conclusiones que se extraen del informe realizado por Xavier Virgili Abelló, Inspector Jefe de Policía Local, historiador y Antropólogo.

El basto estudio que ha permitido extraer conclusiones y dar consejos a los farmacéuticos se ha realizado tras efectuar una  Encuesta en materia de Seguridad en la Farmacia que han contestado 1000 oficinas. Farmacias ubicadas en municipios muy grandes: de más de medio millón de habitantes; grandes, entre 100.000 y 500.000 habitantes; medianas, situadas en localidades entre 10.000 y 100.000 habitantes y finalmente pequeñas, en municipios con menos de 10.000 habitantes.

 

Lo primero que tenemos que destacar es que las respuestas no dibujan un escenario de pánico referido a la seguridad. Y todo ello a pesar de la crisis económica en la que está sumido nuestro país. Como bien subraya el autor “podríamos imaginar por ello un aumento de la delincuencia o la violencia. Sin embargo, el escenario es de normalidad”. Durante 2010 la mayoría de profesionales, un 68%, no fueron víctimas de ninguna falta ni delito y el nivel de denuncias no superó el 50% en cifras globales. Es mayoritaria por tanto la percepción de que esta profesión no entraña más riesgo que otras y que tampoco se sufren más delitos. El inciso hay que hacerlo en las farmacias de las grandes ciudades en las que se “da un empate técnico entre las dos opciones”, concluye el Inspector.

 

Aún así desde el sector se percibe que hay muchas cosas que se podrían hacer mejor de lo que se están haciendo.

 

Formación en seguridad

Una de ellas es la formación porque el profesional que trabaja en farmacia ejerce su labor con un conocimiento casi nulo sobre seguridad. Casi nadie ha recibido un curso de formación en defensa personal o en el que le indiquen cómo comportarse en caso de que sea víctima de un delito o un hurto mientras ejerce su profesión. Un dato interesante es que “el 65% considera muy interesante la posibilidad de recibir formación específica sobre seguridad en las farmacias”, subraya Virgili.

 

Los elementos pasivos de seguridad

El 98% de los encuestados no trabajan en farmacias 24 horas. ¿Con qué elementos de seguridad cuentan las oficinas? La exposición de los productos en vitrinas abiertas se encuentra en el 92% de los casos; sin sistemas de cámaras interiores, el 48%; con monitores de las cámaras interiores no visibles al cliente, 74%; sin sistemas de alarma, el 24%; sin arco de seguridad, el 89%; sin sistemas de espejos interiores, el 89%; sin botón antiatraco, el 60%; sin servicio de vigilantes de seguridad, el 92%; sin pilonas metálicas protegiendo el acceso, el 94%; sin caja fuerte, el 51%; y sin timbre para acceder al interior, el 93%.

 

 

La relación con la policía

Otro de los aspectos que también podría mejorar, según el sector farmacéutico, es la relación con la policía. Los profesionales perciben la respuesta policial como muy efectiva cuando se trata de reacción, pero la unanimidad considera que no visitan lo suficiente las farmacias. También hay que decir que sólo un 6% ha acudido a alguna reunión con representantes policiales para hablar de seguridad. El mejor dato lo consigue la policía cuando se trata de dar información para denunciar un hecho delictivo.  Sin embargo, hay una tendencia importante entre los farmacéuticos a no denunciar las faltas y los delitos que  sufren.

 

El dinero, el mayor riesgo

 

Los encuestados señalan que es en el manejo del dinero líquido donde se percibe mayor riesgo, no en los productos cosméticos que pueda vender la farmacia. Tal vez, subraya el experto, porque “el dinero nos conecta con el robo con violencia e intimidación y son los delitos que más miedo dan”. El dinero hay que retirarlo de la caja registradora con frecuencia, a la caja fuerte. La caja registradora debe estar fuera de los ojos de los clientes, debe ser inaccesible para ellos y publicitarse esta gestión segura para lograr un efecto disuasorio.

 

El hurto al descuido

 

La actitud del presunto cliente es muy importante y los profesionales de las oficinas deberán poner a prueba su intuición y experiencia. Se trata del tipo delictivo más sufrido por las farmacias y lo pueden perpetrar personas solas o acompañadas actuando con disimulo o con total impunidad. Siempre hay que evitar que el hurto se convierta en un agresión y si no podemos controlar la situación llamar al 112. Ante la sospecha de un hurto  Xavier Virgili indica que “no hay que bloquearse. El miedo no puede apoderarse del farmacéutico. Si estamos acompañados de compañeros o clientes pararemos la actividad de la farmacia, saldremos del mostrador y ofreceremos nuestra ayuda a la persona de la que sospechamos. En el caso de que observemos directamente que nos están robando alertaremos de la situación con frases como: ¡Oiga, qué está haciendo! O ¡Oiga, eh, que le estoy viendo! Hay factores como si el agresor lleva o no armas, si en la farmacia hay personas vulnerables, nuestro conocimiento en técnicas disuasorias que nos harán decidirnos por una u otra estrategia, pero nunca se puede poner en peligro ni el farmacéutico, ni ninguna persona: clientes o compañeros.

 

El diseño de la farmacia fundamental para evitar el hurto al descuido

 

Si la farmacia presenta estanterías en el centro, que  restan visibilidad; si los productos de dermofarmacia están cerca de la puerta de entrada; si no se dispone de espejos ni cámaras interiores: hay que prestar atención a estos puntos. El autor del informe explica que no es incompatible atender “con normalidad, simpatía y amabilidad y estar atentos a los sospechosos”. Siempre hay que pensar en la seguridad cuando se diseña una farmacia. Además: ayudará a incrementar las ventas porque a los clientes les generará confianza. Para diseñar esta seguridad hay que acudir a expertos.

 

Otros consejos fundamentales para la seguridad en la farmacia

 

También es necesario establecer protocolos internos de actuación y comportamiento de los empleados ante situaciones de riesgo; formación teórica, para adquirir conocimientos para gestionar estas situaciones, y práctica, básicamente  formación en defensa personal; hay que reclamar la presencia de la policía de proximidad y las asociaciones de comerciantes son a veces el canal más veloz para lograrlo; y denunciar todos los delitos.

 

Fuente: Club de la Farmacia

Fecha de la última modificación01/01/2015

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