El servicio de Dermoanalizador en la Oficina de Farmacia

Escrito por: Redacción Club de la Farmacia
01/01/2015
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De forma generalizada, el público de la Oficina de Farmacia tiende a relacionar dicho establecimiento con enfermedades y medicamentos. Aunque la asistencia farmacológica y el consejo farmacéutico son el pilar fundamental de la Oficina de Farmacia, esta tiene otros muchos recursos que debe aprender a explotar. De ello, no sólo depende su propio beneficio, sino también la satisfacción de su propia clientela, que alcanzará un mayor grado de fidelización.

Uno de estos recursos, es la incorporación de servicios a la Oficina de Farmacia, que aumentan la rentabilidad directa o indirecta de esta. En el ejemplo de hoy, hablaremos del servicio de análisis de la piel a través de un Dermoanalizador, un claro ejemplo de un servicio rentable para la Oficina de Farmacia.

El dermoanalizador, es un aparato que, de forma totalmente inocua e indolora, realiza un diagnóstico de la piel a varios niveles, aportando información relevante para su cuidado. Este diagnóstico se realiza a través de una serie de parámetros como el nivel de hidratación, la cantidad de sebo o de queratina, o incluso, su elasticidad. Toda esta información es analizada por la propia máquina, e interpretada por el experto, de tal forma que nos indica de forma precisa cual es el estado de nuestra piel y los cuidados que precisa.

Esta información que nos proporciona el dermoanalizador es de gran relevancia para la Oficina de Farmacia. Por un lado, el cliente se siente satisfecho de poder saber en que estado se encuentra la salud de su piel, y de que forma puede mejorarla. Por otro lado, el farmacéutico puede ahora iniciar una labor de consejo farmacéutico, recomendando una serie de productos especializados para tratar los diversos problemas que pueda presentar cada tipo de piel. De esta manera, se potencia la venta de diversos productos, realizando ventas cruzadas que van a mejorar la salud del paciente, incrementando además nuestro volumen de facturación. No debemos olvidar tampoco, que al iniciar estos tratamientos, es recomendable que el paciente vuelva de forma periódica para revisar el estado de su piel y comprobar los efectos de los tratamientos. Por lo tanto, además estamos generando un proceso de fidelización, que probablemente, se convertirá en una venta en cada visita.

Sin embargo, si queremos disfrutar de todas las ventajas que nos ofrece el dermoanalizador, también deberemos hacer un pequeño esfuerzo por nuestra parte. Para que este servicio sea exitoso y consiga atraer clientes, es necesario que tengamos personal formado en su uso e interpretación. De nada nos sirve tener el aparato si nadie sabe usarlo. Además, este debe encontrarse en un lugar visible, que pueda llamar la atención de nuestros clientes, invitándoles a probarlo. Por último, y lo más importante, el personal que utilice esta máquina debe tener claro un enfoque muy comercial en el asesoramiento posterior. Si extraemos todos los datos de la máquina, pero no somos capaces de recomendar los productos adecuados para tratar la piel, no sólo perderemos la venta de esos productos, sino que dejaremos al cliente indiferente, perdiendo una oportunidad de oro para fidelizarlo.

Queda claro, por lo tanto, que la inclusión de un servicio de análisis de la piel a través de un dermoanalizador en la Oficina de Farmacia supone un negocio muy rentable para ésta, y un servicio muy interesante para el cliente, que cada vez se preocupa más por su aspecto físico.

Fecha de la última modificación01/01/2015

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