Las 7 reglas para manejar conflictos en el equipo

Escrito por: Luis De la Fuente
21/08/2017
Club de la Farmacia - Blog - Gestión

El equipo de la farmacia es una de las piezas clave para su correcto funcionamiento empresarial ya que representa la imagen de la farmacia al ser la principal vía de contacto con los clientes. De su trabajo diario depende, entre otras cosas, la satisfacción del cliente y llegar a los objetivos de ventas marcados. Por este motivo, es muy importante que haya una buena relación entre los diferentes miembros que componen el equipo y que juntos se esfuercen por lograr el éxito empresarial.

 

La resolución de los conflictos interpersonales que puedan crearse entre los diferentes miembros del equipo es esencial para mantener la productividad de la farmacia. Y es que si estos conflictos no se solucionan acaban ralentizando los proyectos y bloqueando las iniciativas, además de afectar a la calidad del servicio, hecho que repercute en la satisfacción del cliente.

Así pues, cuando se generan un conflictos entre miembros del equipo es importante saber manejarlos y resolverlos lo antes posible para evitar que afecten a la labor de la farmacia. Para ayudarte con ello, te indicamos las 7 reglas para manejar conflictos en el equipo.

Las 7 reglas para manejar conflictos en el equipo

1) Reconoce el vínculo de pertenencia

Todo miembro del equipo, independientemente de si se encuentra en él en este momento o de si ya no forma parte de él, merece un reconocimiento su estructura, especialmente aquellos que hicieron una contribución significativa en la creación, el desarrollo o la supervivencia de la empresa. Los departamentos que se encuentran muy alejados físicamente del grueso de la farmacia (almacén) y las personas que son parte de la organización desde siempre pero cuya relación no es estrictamente laboral (administrativos, autónomos-dietistas…) son elementos del sistema que, en un momento dado, pueden verse afectados por desequilibrios respecto a esta ley.

2) Reconoce la importancia y respeta la dirección jerárquica

El jefe lidera al equipo porque jerárquicamente tiene más autoridad; cada persona reconoce quién es su jefe y respeta la línea de mando. Este principio es tan básico como esencial. Pero a menudo se desequilibra por diversas circunstancias como dobles dependencias (jerárquica y funcional), miembros del equipo que se sienten «al mismo nivel» que sus compañeros y evitan asumir responsabilidades, miembros del equipo con un vínculo familiar con el titular de la farmacia y que, pese a ocupar posiciones de gestión por debajo de un director general profesional, «se saltan a la torera» la línea de mando, etc.

3) Respeta el equilibrio entre dar y recibir

En ocasiones, sucede que un miembro del equipo siente que da más de lo que recibe, ya sea porque hace sobreesfuerzos en materia de horario o dedicación, o porque observa que otro de los miembros es compensado con lo mismo por un esfuerzo menor o pese a evadir sus responsabilidades.

4) Reconoce la pre-valencia por antigüedad

Los miembros del equipo de menor antigüedad deben mostrar respeto y consideración hacia quienes llegaron antes a la farmacia, consultando su opinión y teniendo presente su experiencia. Por mucho que la organización necesite introducir cambios y evolucionar, no puede hacerlo pasando por alto la importancia de los empleados más veteranos, que aportan valor gracias a los años de experiencia acumulados. Por este motivo, es fundamental dar una fusión de roles y tener en cuenta a los miembros más antiguos, implicándolos en el proceso de evolución.

5) Reconoce la pre-valencia por aportación

Es preciso que los miembros del equipo o los departamentos que realizan aportaciones significativamente superiores a las del resto para el mantenimiento y el crecimiento de la farmacia, reciban reconocimiento, concediéndoles un mayor peso en las decisiones y destacando su participación. A menudo, encontramos áreas clave que marcan la diferencia en la empresa, puesto que los clientes compran gracias a la aportación del valor añadido y diferencial, que realiza esa área (por ejemplo, una calidad superior a la de la competencia, un diseño innovador o la instalación del producto en casa del cliente). Por tanto, si estas áreas clave no son distinguidas y consideradas de manera particular, pueden surgir conflictos que afecten al futuro de la empresa.

6) Reconoce lo que hay, con transparencia

Cuando surgen problemas o dificultades que preocupan a la dirección y se ocultan a los empleados, lo habitual es que éstos acaben percibiendo que «algo anda mal». Como consecuencia de ello, crecen los rumores y se reduce la productividad. Esto se debe a que en situaciones así, normalmente los otros miembros del equipo piensan que la situación es peor de lo que seguramente es y tienden a imaginar los peores escenarios. Todo esto puede hacer que los trabajadores con mayor empleabilidad empiecen a valorar la posibilidad de un cambio de empleo.

7) Reconoce la conciencia grupal

En el caso de que la farmacia se una a un grupo de farmacias, es habitual que se produzcan notables choques culturales entre las organizaciones, como por ejemplo, en la aportación de valores, en las costumbres o en los protocolos de trabajo. En estos casos, la jerarquía, las percepciones de lo bueno o lo malo, de lo correcto o lo incorrecto, cambian en primera instancia, y hacen que sea necesario encontrar un equilibrio entre ambas culturas. Este equilibrio permitirá evitar el conflicto y preservará la productividad y los resultados que se esperan de la fusión.

Para más información consulta el ebook: Gestión laboral en la farmacia.

Autor: Redacción.

Referencia: Adaptado de “Gestión de conflictos en el equipo”, por Luís de la Fuente (Farmacéutico. Socio director de Mediformplus). Artículo original publicado en el nº 45 de la revista Innova (septiembre 2016).

Fecha de la última modificación26/11/2019

0 Comentarios

Regístrate para dejar tu comentario

Accede al Club