Motivación de equipos: Cómo hacer partícipe a todo tu equipo

El principal objetivo de una farmacia es conseguir la satisfacción de su cliente, y para ello es imprescindible ofrecer consejo y atención personalizada, que es trabajo principal del equipo de la farmacia.

Teniendo claro esta premisa, resulta obvio la relevancia del papel de los trabajadores dentro de la farmacia, ya que son los que atienden al cliente / paciente más del 80% del tiempo, y transmiten la imagen del negocio.

Por ello, debemos construir nuestro equipo con cuidado a su calidad en el trabajo e implicación, y cuando contemos con una buena base, el titular y los gerentes deberán trabajar en potenciar y mantener su motivación.

¿Cómo motivar a los empleados?

Para lograr motivar a nuestros trabajadores, primero debemos invertir un tiempo en conocer sus necesidades y ambiciones, así como sus sentimientos hacia su trabajo, la farmacia y compañeros. Solo así podremos ajustar los elementos motivadores al trabajador para lograr una satisfacción individual y grupal.

Debemos prestar atención a un gran número de aspectos y necesidades que interfieren en la implicación del trabajador y, por lo tanto, en su productividad. Las podemos dividir en dos grandes tipos:

• Necesidades Fisiológicas: Se pueden resumir en recibir un salario que le permita subsistir. Esto es algo imprescindible, pero el cubrir esta necesidad no suele interferir en su motivación.

• Necesidades Psicológicas: Recoge una gran variedad que puede cambiar según la persona, pero se puede destacar como comunes la seguridad laboral, el sentimiento de pertenencia a la empresa y el equipo, el desarrollo de carrera o conciliación laboral.

En el caso de que alguna de estas necesidades no esté cubierta, puede provocar un sentimiento de frustración hacia el trabajo, y por lo tanto repercutir negativamente en el día a día del trabajador y del equipo. Pero para conseguir la motivación deseada, se deberán cubrir de forma adecuada las necesidades de cada empleado.

De este modo, conseguiremos una actitud proactiva y ambiciosa en cada miembro del equipo, mejorando su trabajo diario y, por lo tanto, la calidad de la farmacia.

Plan de motivación

Para elaborar el plan de motivación debemos primar los aspectos cualitativos, antes de trabajar en los incentivos económicos, ya que son los que aportan calidad a un puesto de trabajo y ofrecen bienestar diario al trabajador.

Un plan de motivación debe contener unos puntos clave que permitirán crear una buena base para todos los empleados de la farmacia:

• Comunicación interna. Deberemos realizar una planificación de reuniones periódicas que permitan fomentar el diálogo, mejorar la organización y que el equipo comparta y conozca los objetivos y la misión de la farmacia.

Igualmente, estas reuniones permitirán al titular estar al tanto del trabajo diario, así como del ambiente del trabajo o posibles conflictos que puedan producirse.

También debemos tener en cuenta en la planificación las reuniones individuales, a realizar una o dos veces al año, que servirán para evaluar el trabajo de cada empleado, fortaleciendo y reconociendo sus logros y modificando aquello que provoque fallos o errores.

• Cuidar el ambiente de trabajo. El titular debe velar por mantener un ambiente de trabajo positivo y agradable para los trabajadores, anticipándose a los conflictos y mediando en los mismos en el caso que sea necesario.

Para permanecer informado sobre el clima de la farmacia, suele ser positivo realizar encuestas de clima, de esta forma podremos conocer las sensaciones de nuestros empleados de primera mano, siendo capaz de detectar las situaciones que requieran de su atención e intervención.

• Plan de formación. A la hora de crear un plan de formación se debe tener en cuenta las necesidades grupales e individuales, así como establecer métodos para evaluar su implementación y sus resultados.

• Plan de carrera individualizado. Al generar un plan de carrera para cada trabajador, incluyendo rotación o innovación en sus tareas, evitaremos la monotonía del día a día, que suele provocar un descenso en el interés y la productividad.

• Interés por las necesidades personales. Para poder adaptar los incentivos al trabajador, consiguiendo los mejores resultados, es muy recomendable conocer la situación de la persona en cuestión. Por ejemplo, lo más seguro es que un padre de familia tendrá una mayor necesidad de conciliación que un recién licenciado, más interesado en la formación o en un plan de carrera.

• Organización de los trabajadores. Establecer un organigrama claro de las tareas y áreas de trabajo de cada empleado, facilitará sus tareas diarias, previniendo los malos entendidos o los abusos de poder.

• Plan de incentivos con objetivos medibles. Los incentivos, que pueden ser económicos o no, se deben establecer teniendo en cuenta las responsabilidades de cada trabajador, y basarlo en una serie de objetivos alcanzables y medibles.

Estos objetivos deben predefinirse entre el titular y el trabajador, de esta forma el empleado será planamente consciente de las condiciones a cumplir para conseguir los beneficios prometidos.

Igualmente, se deben realizar un seguimiento a la consecución de estos objetivos, modificándolos o ajustándolos si fuera necesario.

Lo más importante para lograr la motivación del equipo será establecer un equilibrio de todos estos aspectos, psicológicos y económicos, de acuerdo a cada trabajador, además de realizar un seguimiento periódico de sus resultados.

De esta forma conseguiremos la motivación necesaria para que todos los miembros del equipo trabajen y se impliquen en torno a los objetivos de la farmacia, generando un buen ambiente de trabajo, aumentando la productividad y mejorando la calidad del servicio.

Luis de la Fuente

Director de Mediformplus

Fecha de la última modificación: 11/12/2018