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Medicamentos de abuso. ¿Cómo actuar en el mostrador de la farmacia?

Escrito por: ANTONIO BUSTO
08/10/2018

Imagina que tu hijo está viendo un vídeo de su cantante favorito y se ve explícitamente un conocido jarabe para la tos, que requiere receta, con codeína y prometazina en su composición, utilizado para preparar «Purple Drank» o «Syzzurp» con refrescos y dulces. Esta bebida se hizo popular a partir de los 90 como estimulante barato y de fácil acceso pero se está produciendo un aumento en el consumo de medicamentos  que se dispensan legal y habitualmente con receta médica y cuyos usos no terapéuticos están provocando ya un grave problema. Sabemos que ocurre lo mismo con medicamentos para los que no es necesario receta, de hecho, para la preparación de esta bebida se utiliza también el dextrometorfano.

 

Son varios los Colegios de Farmacéuticos que a lo largo de estos años han dedicado esfuerzos a detectar, observar, perseguir y frenar el uso abusivo o recreativo y de sustitución, pero quisiera destacar el inmenso trabajo de revisión y edición de una guía para nuestros colegiados, llevada a cabo por el CIM de A Coruña con la coordinación de Chus Vigo  y a iniciativa de su junta de gobierno con Héctor Castro a la cabeza, «una revisión bibliográfica sobre sustancias susceptibles de uso indebido, abuso o desvío ilícito dentro del canal legal de comercialización  de medicamentos en España».

Usaremos el término «dependencia» para referirnos a la «dependencia física» y el término «adicción» para referirnos a la «dependencia psicológica». La dependencia no siempre se relaciona con el abuso sino también con el uso terapéutico y es común a muchas sustancias no psicoactivas mientras que, la adicción, conlleva la necesidad de la administración constante y compulsiva, a pesar de sus consecuencias negativas, buscando activar mecanismos de recompensa, euforizantes, etc.

El abuso de fármacos adictivos suele derivar en tolerancia (se necesita una dosis mayor para conseguir los mismos efectos) y si no puede accederse al fármaco aparecen los signos de síndrome de abstinencia.

 

MEDICAMENTOS «DE ABUSO»

Aunque el abuso de ciertos medicamentos puede producir una gran variedad de efectos adversos para la salud, además de la adicción, los medicamentos para el dolor (opioides), tratamientos para la tos, trastornos de déficit de atención (estimulantes del SNC) o el sueño y la ansiedad (depresores SNC), se están convirtiendo en sustancias adictivas de sustitución o recreativas para consumidores de drogas ilegales y provocando problemas de adicción a pacientes con tratamiento farmacológico sin antecedentes de consumo de otras sustancias. El patrón es el de un joven en el que confluye policonsumo de alcohol y otras drogas, además de los medicamentos a dosis superiores a las terapéuticas, a fin de conseguir efectos alucinógenos, estimulación o desinhibición. Una respuesta rápida e intensa.

 

Medicamentos que requieren receta más comunes implicados en el abuso

Los opioides son medicamentos utilizados para disminuir la intensidad de las señales de dolor que llegan al cerebro y afectan a esas áreas que controlan las emociones, aliviando los efectos del estímulo doloroso:

– Codeína: (Derivado opiáceo con efecto antitusivo). Puede generar dependencia y estreñimiento. Se presenta en soluciones y suspensiones (jarabes) y comprimidos. Es muy conocido en ambientes de policonsumo de sustancias psicoactivas y se persigue esos mismos efectos.

– Morfina: Suele utilizarse para dolores muy fuertes que no responden a otros tratamientos y también tras cirugías. Actúa en receptores opiáceos del dolor en el SNC produciendo bienestar.

– Fentanilo: Actúa en los receptores opiáceos del dolor y se han encontrado tutoriales sobre cómo utilizarlos con fines recreativos de abuso cortando los parches y para combinar con otras sustancias. Debido a su peligrosidad nunca suelen consumirlo sin alguien con conocimientos básicos de reanimación que pueda revertir la situación en caso de complicarse, sobre todo si se combina con otros fármacos como el carfentanilo, muchísimo más potente a dosis mínimas y que se utiliza para dormir elefantes.

Tramadol: Se presenta en comprimidos o cápsulas y no requiere la receta oficial de estupefacientes. Es de más fácil acceso.

Entre las benzodiacepinas destacamos el diazepamlorazepam y alprazolam. Se utilizan para reducir la ansiedad, las reacciones de estrés agudo y los ataques de pánico. También reducen los efectos excitantes y estimulantes de otras drogas psicoactivas y se asocia a policonsumo de drogas, alcohol y medicamentos, una combinación que puede llegar a ser mortal. Por sus características particulares pueden llegar a producir tolerancia pero también signos de síndrome de abstinencia al retirar la medicación de forma brusca. Su uso continuado puede producir daño cognitivo.

Con el abuso de barbitúricos se busca lograr estados de relajación y mejora del estado de ánimo y el humor.

El abuso de metilfenidatofármaco para el trastorno de hiperactividad por déficit de atención busca efectos estimulantes del SNC similares a los del  consumo de anfetaminas, incremento de la actividad, la locuacidad y la excitabilidad sexual. Se consume inhalada, oral y parenteral.

El modafinilo a dosis altas es estimulante y euforizante, alterando la percepción y el estado de ánimo.

La efedrina tiene efectos sobre el metabolismo, el sistema cardiovascular y hormonal. La cafeína potencia sus efectos y se utiliza para la mejora del rendimiento deportivo.

La nandrolona y la testosterona (y otros anabolizantes hormonales y andrógenos) se utilizan en dosis de 6 a 10 veces superiores a las descritas para mejorar la masa muscular o el rendimiento. Tienen serias consecuencias y reacciones adversas debido al uso continuado y combinado con otras sustancias.

Los anestésicos disociativos usados en veterinaria (ketamina) se usan causando alucinaciones, cambios en la realidad y la percepción, buscando experiencias o sensaciones fuera del propio cuerpo.

El misoprostol (inductor que incrementa la frecuencia e intensidad de las contracciones uterinas).

En el caso del piracetam, sustancia nootrópica por excelencia se usa en determinados ambientes por su textura parecida a la cocaína para cortarla.

 

Medicamentos OTC que no requieren receta

Los jarabes para la tos y los cocteles antigripales suelen ser los medicamentes más utilizados:

– Oximetazolina: Su uso continuado (más de tres días) puede causar efecto rebote y, como descongestivo,la necesidad de usarlo continuadamente para respirar mejor.

– Cloruro de etilo: Es utilizado como spray anestésico en la práctica deportiva. Se inhala buscando efectos estimulantes y euforizantes. Produce alteraciones del comportamiento y aumenta la agresividad.

– Loperamida: Es un derivado opiáceo. A grandes dosis puede simular el efecto de otros opioides aunque no esté diseñado para actuar en el SNC. Su uso indebido puede producir desvanecimientos, alteraciones del ritmo cardíaco o renales.

– DextrometorfanoEs usado en dosis de 5 a 10 veces mayores a la terapéutica buscando intensos efectos psicológicos y fisiológicos similares a los fármacos con efectos disociativos que proporcionan experiencias extracorpóreas, parecidos a la ketamina o el PCP. Las grandes dosis de abuso aumentan el riesgo de efectos adversos agravando la toxicidad ya que el 5% de la población lo metabolizan mal. Puede producir episodios de psicosis aguda. A dosis terapéuticas no produce dependencia.

Finalmente se ha detectado el uso de cafeína (estimulante cardíaco) y de Lactobacilus en distintas presentaciones con fines de corte de otras drogas.

 

¿CÓMO ACTUAR EN LA FARMACIA?

Los hábitos de abuso de medicamentos deben reforzar nuestra figura como profesionales sanitarios y evitar que salgan de nuestro control en la oficina de farmacia donde se debe incidir en  la indicación principal, aconsejar sobre su uso racional y correcto, advertir de las consecuencias indagando sobre la idoneidad para el paciente y realizando la anamnesis adecuada en cuanto a otras patologías, posibles efectos adversos y contraindicaciones, edad y sexo, o averiguando si el peticionario es el usuario final. Esto es indispensable para evitar reacciones adversas indeseables, saber si existen restricciones por edad, alergias o la existencia de tratamientos adicionales.

La identificación del paciente con el DNI es obligada en determinados casos, pero también necesaria si existen sospechas o dudas razonables sobre la falsedad de la receta médica o la veracidad de los datos, estando siempre atentos a las alertas sanitarias.

Es fácil detectar cambios en el comportamiento de nuestros pacientes habituales, si es errático y evasivo, o si tienen una adicción. Ante la más mínima duda, debemos tomar la decisión de no dispensar según la situación concreta. Notificaremos a las autoridades las sospechas de desvío de canal del medicamento.

Extremaremos las precauciones al inicio de los tratamientos nuevos, asegurándonos que se entienden bien las indicaciones y las dosis a administrar para evitar que el uso abusivo se produzca de forma involuntaria.

El consumo indebido y abusivo de medicamentos, al margen de la pauta y duración que han sido indicados a la prescripción o sin observar las instrucciones de su ficha técnica, si los fines no son terapéuticos, constituyen un problema muy grave para la salud pública. Esto se pone de manifiesto por el incremento de visitas a urgencias, la admisión a tratamientos de desintoxicación y las muertes por sobredosis o la incidencia de patología dual a nivel mundial.

 

Antonio Busto Cuíñas

Farmacéutico y Toxicólogo Forense

Número de colegiado: 2952 

Fecha de la última modificación11/12/2018

NIDA – National Institute on Drug Abuse.

CIM – Centro de Información de Medicamentos del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña.

Neurobiología básica del consumo de fármacos cp.32 – Farmacología Básica y Clínica, de Lange.

BOTPLUS 2.0 – Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.


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